En
la historia del arte de España, sus pintores son de los más resaltantes del
mundo. Ya que este país ha generado un gran número de artistas pintores,
por lo que, resulta complejo elegir y destacar los que pudieran ser resaltados
como los mejores. Por lo
tanto, se ha intentado hacer una compilación de los pintores españoles más
famosos de la historia y sus obras más importantes
El Greco (1541-1614), obra
pictórica
Este gran maestro de la plástica española nació
en 1541 y su obra fue tan trascendente que tuvo una gran influencia en
los artistas del impresionismo. Comienza su carrera en Venecia yendo luego a
Roma y finalmente se mueve a Toledo. En su diversa obra pictórica
encontramos muchas obras religiosas, retratos de nobles y escenas de
Toledo. El Entierro del Conde de Orgaz es uno de sus cuadros más conocidos. El Greco es muy
admirado por su particular estilo con figuras delgadas y fantasmales, sumamente expresivas, plasmadas con un manierista estilo en
ambientes con una extraña iluminación y en ambientes poco definidos. De entre
sus más geniales creaciones sobresalen “La purificación del templo” y “La
curación del ciego”.
José de Ribera
(1591-1652), estilo naturalista.
Este pintor español desarrolló muchas
de sus pinturas en Italia. En este país adquirió gran fama por su dominio
del estilo naturalista. Dado que era físicamente de baja estatura, en Italia
recibió el apodo “El españolito“. A pesar de haber pasado mucho
tiempo en Italia, nunca olvidó sus raíces españolas. También fue identificado
porque firmaba muchos de sus cuadros como “Jusepe de Ribera, español”. Las
obras que más destacan de este pintor son: ‘La Inmaculada Concepción’, ‘Sileno
borracho’, ‘San Andrés’ o ‘San Pedro’.
Francisco de Zurbarán (1598-1664), época del Barroco
Este pintor se hace muy popular en
la época del Barroco y la Contrarreforma, con debido a sus cuadros
religiosos y escenas de la vida monástica. Tenía un estilo que mantuvo por
décadas, y se caracterizó por ser un pintor tenebrista, debido a que realizaba
contrastes de luz y sombras. En sus obras destacan las pinceladas
sencillas, realistas, detallista, con formas amplias y los volúmenes, tenían la
influencia de Caravaggio, José Ribera y Diego Velázquez. Por lo que, al
final de su carrera, fue tomando el estilo más sutil de Murillo.
Diego Velázquez (1599-1660), temas
religiosos
El artista más representativo del Siglo de Oro Español, Diego Velazquez
también fue uno de los grandes del Barroco. Tan grande fue su talento y dominio
técnico que logró influir en pintores realistas surgidos muchos años después.
Además fue uno de los artistas que mejor logro dominar el retrato. Obras como
“Las Meninas” y “La rendición de Breda” figuran de entre sus mejores
creaciones.
Bartolomé Esteban Murillo ( 1617 – 1682) pintura barroca
Nacido en Sevilla en el año 1617, este pintor
fue uno de los más importantes del barroco español. Aunque fue desestimado un tanto a comienzos del siglo
anterior, poco a poco ha recuperado reconocimiento a nivel internacional. Por
las características de su estilo, sin dejar de ser propio del barroco, anuncia
mucho de lo que alcanzará el rococó. En
1630 trabajaba ya como pintor independiente en Sevilla y en 1645 recibe su
primer encargo importante, una serie de lienzos destinados al claustro de San
Francisco el Grande; la serie se compone de trece cuadros, que incluyen La
cocina de los ángeles, la obra más celebrada del conjunto por
la minuciosidad y el realismo con que están tratados los objetos cotidianos.
Francisco de Goya
(1746-1828), retratista
Pintor grabador Español. Goya era
hijo de un Florín, y pasó parte de su juventud en Zaragoza. Allí comenzó a
estudiar pintura en la edad de catorce años. Fue alumno de José Luzán Martínez.
En primer lugar, Goya aprendió por imitación. Él copió las obras de
grandes maestros, encontrando inspiración en las obras de artistas como Diego
Rodríguez de Silva, Velázquez y Rembrandt van Rijn. Trató de seguir su
educación de arte en 1770 y 1771 al viajar a Italia. En Roma, Goya estudió las
obras clásicas. Presentó un cuadro a un concurso realizado por la Academia de
Bellas Artes de Parma. Mientras que los jueces le gustaba su trabajo, él no
pudo ganar el primer premio.
Joaquín Sorolla
(1863-1923), impresionista
Este pintor desde que era muy pequeño demostró una verdadera vocación
por la pintura. Se cree que su estilo es luminista aunque no ha sido fácil
ubicarlo dentro de un estilo determinado, algunos críticos de arte siempre lo
han calificado como impresionista. Este pintor llegó a realizar la mayoría de
sus obras al aire libre. Dominando con gran destreza la luz y sus cuadros
representan escenas cotidianas y paisajísticas de la vida mediterránea. También
cultivó la pintura de denuncia social con muchos éxito. Se hizo famoso en el
plano internacional luego de celebrar una exposición en París con múltiples
obras, consiguiendo que se conociera su obra pictórica por toda Europa y
América. También expuso en Nueva York en 1909 y cosechó mucho éxito.
Julio Romero de Torres
(1874-1930), simbolismo de los paisajes
Este pintor español es uno de
los más representativos de principios del siglo XX. Lo que más destaca de sus
obras es el simbolismo de los paisajes, la suavidad en la luz y una
capacidad asombrosa para crear los escenarios con una atractiva artificiosidad.
Su muerte causó conmoción en la Córdoba donde nació ya que su mayor producción
la realizó en esta ciudad, y muchos de sus cuadros, se pueden ver en el
Museo Julio Romero de Torres de Córdoba. Algunos de sus cuadros más
emblemáticos son ‘La chiquita piconera’, ‘El retablo del amor’, ‘Naranjas y
limones’ o ‘Amor místico y amor profano’.
Juan Gris
(1887-1927), pintor e ilustrador
Nació en Madrid y realizó lo más importante de su obra plástica en
la ciudad de París a principio del siglo XX, donde pronto gano renombre como
uno de los principales exponentes del cubismo. Juan Gris siempre mostró un gran
espíritu de innovación y un estilo muy radical. Uno de sus más grandes aportes
a la creación plástica fue la técnica del papier collé, que se realiza
añadiendo recortes de periódicos o revistas a los cuadros. De entre sus obras
más importante están la “Guitarra y Pipa”, “Bodegón con persiana” y “Retrato de
Picasso”.
Joan Miró
(1893-1983), gran sensibilidad
En 1893 nació este formidable artista español,
quien fue capaz de manifestarse en estilos como el
expresionismo, el fauvismo o el surrealismo. Miró en ocasiones pasaba
varios días en ayuno con
el objetivo de alcanzar un exacerbado estado mental y así lograr la
expresividad deseaba en sus cuadros. La obra de Miró alcanzó un gran onirismo y
paulatinamente se volvió un tanto más naif. Dos de sus pinturas imperdibles son “Metamorfosis” y
“Signos y constelaciones enamorados
Pablo Picasso
(1881-1973), pintor más famoso del mundo
Nacido en 1882, Picasso es
indiscutiblemente uno de los artistas más
célebres del siglo XX.
Fue uno de los mayores exponentes del cubismo, pero también destacó en otros estilos y escuelas.
Polifacético creativo, dominó el grabado, el dibujo, la escultura, la
cerámica y otros varios
géneros. Muchas son las obras destacadas de Picasso pero de entre ellas
sobresalen “Las señoritas de Avignon” y “Guernica”.
Este pintor de origen andaluz, que ha revolucionado al mundo entero,
destacó por obras cubistas que no sólo mostraban su visión del mundo en cuanto
a lo que era la belleza, sino que podía transmitir, toda una historia.
Eduardo Arroyo, a la vanguardia.
El pintor español Eduardo Arroyo nació en Madrid en 1937. Está
considerado uno de los principales representantes de la figuración crítica, de
contenido político y social. Es un pintor madrileño que
utilizó su creatividad y talento como herramienta de protesta; en sus obras se
encuentra implícita una huella crítica utilizada para ridiculizar a los
dictadores, los toreros e incluso a artistas célebres como Marcel Duchamp y
Joan Miro; esta postura artística de Eduardo Arroyo generalmente ha causado
controversia entre el público y los críticos de arte.
Eduardo Naranjo, neorrealismo sorprendente.
Nace el 25 de agosto en Monesterio (Badajoz), en el
seno de una familia de pequeños labradores. En 1957 conoció a su maestro
Eduardo Acosta e ingresó en la Escuela de Artes y Oficios, donde permaneció
hasta 1960. Ese mismo año ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel
de Hungría. Se trasladó a estudiar a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando
en Madrid, en 1961, donde terminó sus estudios de pintura. Es
un artista que se ha prodigado poco en muestras individuales, aunque lo hace
con frecuencia en colectivas junto a otros grandes pintores actuales.
Gabino Amaya Cacho, puntillismo abstracto.
Nacido en 1961 en la región de Madrid, siendo nieto del escultor de
Badajoz, Gabino Amaya Guerrero, comenzó a pintar desde pequeño. Su formación
artística se inició en el Taller del escultor Gabino Amaya Guerrero en Madrid,
para después continuar sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios con el
catedrático Pedro Mozos, pronto fue alumno de Agustín Segura quien se convirtió
en su asesor de obras. 2 Sin embargo, abandonó sus estudios para dedicarse de
lleno a las artes, experiencia que adquirió de forma independiente por su
creatividad.
Inicialmente se dedicó a la Pintura
figurativa: retratos, paisajes, bodegones, desnudos. Pintó grandes obras
inspiradas en la mitología griega: como Ícaro y Dédalo, Las Tres Gracias, Las
edades de Baco, entre otros. Durante ese período fue docente en el Colegio
Fuente Larreyna de Madrid, durante 1986 y en el mismo año ofreció clases en el
Estudio Amaya.
En la actualidad (2017) está dedicado al arte contemporáneo,
pintura abstracta Puntillismo en su ciudad natal, Madrid. El Puntillismo
abstracto, es una iniciativa totalmente original del pintor Gabino Amaya Cacho,
transformando la clásica técnica del puntillismo en una nueva dimensión
creativa. Su arte es reflejo de manera abstracta, es decir sin definir
correctamente una figura, dejando a nuestro criterio como espectadores el
mensaje a transmitir.
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